martes, 6 de noviembre de 2012



Historias del Bullying

El abuso en la escuela es una práctica que puede provocar no sólo daños físicos, sino psicológicos y emocionales irreparables.


Te compartimos unas historias de chavos que han sido víctimas del llamado Bullying:

Sebastián, “El Ojitos”
El nombre de “El Ojitos” es Sebastián Rodríguez y tiene 13 años, él padece de estrabismo, el cual es un trastorno en el que los ojos no se alinean en la misma dirección al enfocar y por esta absurda razón, uno de sus compañeros le puso este sobrenombre. “Me da pena ver de frente a los demás, porque siento que mi ojo no está bien. El apodo no me gusta, pero si digo algo seguro me va peor, todo el tiempo mis compañeros se burlan de mí y se hacen señas entre ellos”, comenta.
Nota: Es importante que sepas que toda conducta violenta es pésima y que no sólo puede producir daños físicos, también emocionales. Hay que dejar de pensar que sólo los golpes duelen, también las palabras y apodos que se dicen lastiman sentimientos y autoestima.
 
La foto que cambió todo
Vane, como le dicen sus amigas, afirma que vivió el peor momento de su vida hace unas semanas. La razón, una foto en la que aparece alcoholizada y dormida en el patio de una casa en que la hubo una fiesta. Esta imagen pasó de celular a celular entre sus compañeros de la secundaria.
 
Tras este hecho, comenzó a recibir burlas y comentarios ofensivos por parte de sus “amigas” y otros compinches de la escuela a su teléfono móvil y correo electrónico. A pesar de lo vergonzoso que es esto para ella, decidió hablarlo con sus papás para resolver juntos la situación. 
 Pregunta: ¿Sabes cuántos tipos de Bullying hay? Los autores explican que hay 4, físico, gestual, verbal y ciberbullying, este último es del que fue víctima Vanessa al sufrir maltrato por lo que recibía a su celular y correo electrónico.
 
Gael Chávez: “Estaba preso”
“Me sentía en una jaula, no podía salir tranquilo de mi salón. Hay 3 chavos que nada más  ven cómo molestan. No dije nada en la escuela, porque seguro se iban a ir en contra de mí y sentía mucho miedo”, comparte Gael, y agrega: “Ya le pedí a mi mamá que me cambié de escuela y me dijo que no vamos a esperar a que termine el año escolar para hacerlo. Ella ya fue a la escuela a hablar con el director sobre esto y quiere poner una denuncia legal”. 
 
Él cursa el segundo año de secundaria y fue atendido en el hospital por fractura en las costillas y lesiones leves en la espalda, ocasionadas en la última agresión que sufrió.
Observación: El acoso físico es la forma que más fácilmente se identifica con el bullyng, ya que en la mayoría de los casos deja huellas corporales. Nunca una agresión física está justificada, ni tiene jamás una explicación válida. No tener conductas violentas es una muestra de inteligencia y valentía.

Parece que sólo quien recibe la agresión sufre, pero no es así, nadie que piense es divertido agredir a los demás la pasa bien. Es imposible imaginar a un chavo que está lleno de creatividad, energía y planes para su futuro, afuera de una escuela pateando a alguien más o insultando a una chava.
 
Contrario a lo que parezca, abusar de una persona que se considera en desventaja o débil, es una muestra de cobardía e infelicidad. Que tu fuerza se conozca por lo admirable de tus acciones.






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